En Gradient Canopy, donde hemos conseguido la certificación Materials Petal del Living Building Challenge (LBC) del International Living Future Institute (ILFI), nos parecía de vital importancia encontrar formas de incorporar materiales no tóxicos y ecológicamente restaurativos. Por este motivo, investigamos formas de integrar madera maciza de fuentes sostenibles en el edificio para disfrutar de las propiedades regenerativas y secuestradoras de carbono de la madera.
Mass timber es una técnica de construcción con la que se comprime madera para crear columnas, vigas, muros, suelos y tejados de forma que se reduce el carbono emitido en comparación con otras técnicas de construcción tradicionales. El mass timber está muy presente en el edificio y hemos podido aplicar los conocimientos adquiridos aquí en otros proyectos de construcción de Google.
Desde hace tiempo, mostramos interés en el potencial del mass timber, ya que, gracias a sus cualidades biofílicas, fomenta lugares de trabajo más saludables y productivos con un diseño visualmente inspirador. La biofilia consiste en integrar la naturaleza con el diseño para crear espacios que promueven el bienestar de las personas. Además, poder incorporar elementos donde la madera quede a la vista en el interior del edificio no solo reduce la necesidad de aplicar materiales adicionales, como revestimientos y pintura, sino que también ayuda a las personas a sentirse conectadas con la naturaleza incluso cuando están en el interior del edificio. Así pues, cuando empezamos a planear el diseño de Gradient Canopy, en un principio nos planteamos la posibilidad de utilizar mass timber en toda la estructura del edificio, pero descubrimos que no sería posible con las medidas que queríamos. No obstante, pudimos incorporar la madera en algunos elementos estructurales dentro del edificio.
En Gradient Canopy, los elementos de mass timber adoptan la forma de elementos de madera contralaminada (CLT), una forma de madera manipulada creada a partir del encolado de múltiples capas de madera aserrada para lograr una mayor rigidez estructural. Empezamos usando madera contralaminada en el encofrado (moldes en los que se vierte el hormigón) de los suelos de hormigón de la primera planta, donde aporta una resistencia adicional. La integramos de forma que, en lugar de quitarla y tirarla (como se suele hacer cuando se asienta el hormigón), dejamos a la vista la madera contralaminada para que sirviera como techo de madera en los espacios de la planta baja y como barandillas en los patios interiores. También usamos madera en las puertas y los marcos de las puertas del edificio, sobre todo en las salas de reuniones y de conferencias. A la hora de crear estas puertas, el equipo pudo trabajar con el proveedor para obtener un certificado con el distintivo Declare para todo el conjunto de puertas, lo que nos ayudó a priorizar los materiales de construcción que demuestran una química más segura para crear un ambiente saludable en interiores.